El precio de un producto o un servicio no está dado por su costo, sino por lo que la gente está dispuesta a pagar por él. Es el principio de percepción de valor y de cómo se compara frente a la propuesta de sus competidores.
* Ideas ridículamente prácticas:
- Precio no es igual a costo más utilidad.
- Si no tiene en cuenta la percepción de valor, está dejando plata sobre la mesa.
- Considere el costo cesante: cosas que tiene que pagar, así no venda un centavo.
- Defina su precio en función de los beneficios y diferenciales que su producto o servicio representa para su cliente.
Adicionalmente, considere cómo se compara su propuesta de valor versus la competencia, para determinar qué tan lejos o cerca puede estar su precio del de ellos.